domingo, 26 de mayo de 2013

LA MANO DEL DIABLO

Corría el siglo XVIII en la ya conocida Inglaterra ,su majestuosa arquitectura gótica, aquellos callejones empedrados, las lamparas arrojando su tenue luz sobre los caminos .Formando pequeños espectros que bailan al compás de la música nocturna.
Pero todo este paisaje tan maravilloso fue perturbado por el asesino de Lincoln, en los periódicos y gacetas locales solo se leía una cosa... muerte.
La paz de los habitantes de Lincoln había sido perturbado ya que hacia mas de tres meses un desconocido, bajo el resguardo de la noche, había asaltado y asesinado a mas de diez personas, este homicida se distinguía por la saña con que cometía los atracos.
Cierto día cuentan, como sobre las 12:30 de la noche unos gritos espantosos alertaron a scotland yard (la famosa policía inglesa).
El sargento Curtiss acompañado de un oficial de menor rango acudieron presurosos ante los desconcertantes gritos que venían de la calle contigua. Al llegar vieron sobre el piso un gran bulto el cual se retorcía cual alma en penitencia, al acercarse se percataron de que era un hombre, de sus labios solo salían incoherencias y sus ojos dejaban ver un rictus de terror .Pero los guardianes se quedaron mas perplejos al percatarse de un macabro hallazgo. Al intentar levantar a ese desconocido se dieron cuenta que se aferraba a lo que parecía ser una mano la cual lleva entre el dedo indice un precioso anillo de oro.
Ya en la comandancia con el hombre tras las rejas se declaro culpable de los diez homicidios ocurridos en la zona ,al cuestionarlo sobre que hacia con esa mano y a quien había cercenado el miembro el solo dijo que había sido al diablo que al intentar atracar a un hombre elegante que transitaba por la calle, se le acerco rapaz mente tomo su cuchillo y corto su mano al ver la fina joya. Pero se sorprendió ya que aquel hombre no grito ni se quejo ante lo ocurrido y dijo que al volverse, en sus ojos rojos vio el mismo infierno, esa cara descarnada y agusanada ese olor a muerte y podredumbre solo se tiro al piso y después comenzó a gritar. Poco tiempo después uno de los oficiales reconoció el anillo el cual había pertenecido a un acaudalado hombre del lugar al cual se creía había pactado con el diablo al hacer una autopsia al cadáver del enigmático millonario, que había muerto hacia mas de doce años. La sorpresa fue inmensa al percatarse que efectivamente faltaba la mano izquierda, la misma que llevaba el asesino, la misma a la que después llamaron.... la mano del diablo!


LOS AMANTES

Esta historia me la contaron de pequeña.Fue el año 1950,se decía que en un pueblo,una mujer de 40 años,casada y con 2 hijos,tenia relaciones sexuales con un amante no muy lejos de donde ella vivía.
En una ocasión,después de tener sexo con su amante, esta volvió a su casa sobre las 12:30 de la noche, mientras su amante la acompañaba para que no le pasara nada. El amante se alejaba, pero pudo ver como en la misma casa de la misma,su marido le golpeaba con un mazo en la cabeza.
El amante se fue corriendo hacia su casa y aviso a la policía. Cuando llegaron era demasiado tarde: la mujer había muerto, sus 2 hijos también y el marido se había suicidado después de cometer el crimen. Cuatro días después el amante estaba solo en casa durante la noche, preocupado por lo que había pasado, entonces alguien llamo a su puerta, el abrió pensando que era la policía que quería interrogarle, pero abrió la puerta y no había nadie. A partir de ese momento, el pensó que no estaba solo en casa, pues escuchaba a alguien caminar por el segundo piso. Nada mas se supo hasta el día siguiente, que la policía entro en la casa del amante para interrogarle y descubrieron que había sido brutalmente asesinado. Pudieron leer un mensaje con sangre de la victima, escrito en su vientre: "esto te pasa por irte con mi esposa y madre de mis hijos".

lunes, 20 de mayo de 2013

SARA Y JENIFFER

Esta historia pasó hace muchos años en un lugar alejado de la ciudad, en un pueblo de EEUU . No se sabe si lo que pasó fue verdad o si es sólo una leyenda; pero los inquilinos que ahora viven en la casa donde ocurrió la desgracia dicen que a veces por las noches oyen los gritos de una chica y los llantos de otra chica, de voz parecida a la de la primera, pero más bonita y clara, como si fueran las voces de dos hermanas adolescentes.
bueno; el caso es que, hace 40 ó 50 años atrás, en una casa grande de un pueblo de nueva jersey, vivía un feliz matrimonio con dos hijas de la misma edad, Sarah y Jeniffer, unas adolescentes de 16 y 17 años (Jeniffer era la mayor).

Era una familia que lo tenía todo; amor, bastante dinero... los padres creían que eran la familia perfecta, pero ignoraban algo respecto a sus hijas: el gran odio que Sarah sentía hacia Jeniffer. tenía una gran envidia a su hermana; ya que era más guapa, más alta, tenía más suerte con los chicos, era admirada por todos, tenía una voz más bonita, era la más popular, era la mayor de ellas dos... pero había algo que Sarah envidiaba muchísimo a Jeniffer, mucho más que cualquier otra cosa: sus ojos. Jeniffer no era vanidosa ni soberbia, pero no podía evitar decir que sus ojos eran su mayor orgullo, estaba orgullosísima de ellos, no paraba de alucinar con sus ojos, y es que eran perfectos: de un azul claro precioso, brillantes... y todos la admiraban por eso, todo el mundo le comentaba que tenía unos ojos preciosos.
el caso es que una tarde Sarah se quedó pensando en su cuarto sobre cómo podría destruir a su hermana Jeniffer, ya que la odiaba mucho, y se le ocurrió una idea bastante cruel y sanguinaria, aunque no era raro porque Sarah estaba volviéndose loca y enferma mental. su principal objetivo era hacer que los ojos de Jeniffer dejaran de molestarla con su belleza, y que de paso Jeniffer dejara de ser la mejor en todo. mientras Sarah se quedó en la casa preparando y materializando su plan, Jeniffer estaba dando una vuelta con las amigas por la ciudad, y los padres se habían ido al cine y al teatro, así que fue la ocasión perfecta para trazar su plan sin que nadie la viera.
Pasaron las horas, pasaron y pasaron, y se hizo de noche. eran las 10:00. Jeniffer estaba yendo hacia su casa. venía muy contenta y sonriente. entró muy rápido en su casa sin mirar a su alrededor. Fue a su cuarto y se encontró con su cuadro de comunión roto y tirado en el suelo. después empezó a recibir unas llamadas. era alguien amenazándola con arrancarle los ojos y con destripar a su club de fans. la voz le resultaba conocida. Jeniffer se estaba asustando muchísimo, y también oía gritos fuera de la casa. era Sarah, que lo hacía para asustarla más.
Diez minutos después, Jeniffer salió de la casa, y, nada más salir, se detuvo. su boca se secó. su corazón se paró. se quedó de piedra con lo que vio. lo que había visto era tan enormemente horrible  tan horroroso, que se arrancó los ojos para no ver más. era su propia hermana ahorcada de un árbol con tres puñaladas en el vientre y mirándola directamente a los ojos. Las ideas de la desquiciada Sarah habían quedado muy claras, y su venganza se había cumplido. estuvo dispuesta a morir a cambio de que Jeniffer perdiera su felicidad, y, sobre todo, su mayor tesoro: sus ojos.

viernes, 17 de mayo de 2013

EL TRAILERO FANTASMA

Hace mucho tiempo, sobre la carretera de un pueblo, un trailero manejaba a toda velocidad rumbo a su ciudad, pues su esposa estaba a punto de dar a luz y quería llegar rápido a su casa, ya que llevaba dinero para lo que se ofreciera, mas cuando iba a tomar una peligrosa curva perdió el control y se estrelló contra unas rocas.
El chófer se bajó del trailer todo aturdido, se miró el cuerpo y se alegró al darse cuenta que no le había pasado nada. entonces esperó a que pasara alguien para que le ayudara o lo llevara a la ciudad, pero durante mucho tiempo nadie cruzó aquellos cerros. El hombre se quedó dormido y cuando despertó se sorprendió al ver todo oscuro; no entendía qué pasaba así que decidió caminar, caminó y caminó, avanzó una buena distancia, sabía que la salida del pueblo estaba cerca y sin embargo, cuando se dio cuenta se encontró en el mismo lugar del accidente...a los tres días hallaron el camión pero no al conductor; de él no se supo nada. hasta que en una ocasión, años más tarde, un muchacho que manejaba un trailer se detuvo porque un hombre le hizo señas.

—Amigo, me llamo Francisco Vázquez y necesito con urgencia que mi mujer reciba un dinero porque va a tener un niño. yo no puedo ir, mi trailer se descompuso y no lo puedo dejar aquí.
—Sí, señor, con gusto se lo llevaré —contestó el muchacho— sólo dígame dónde vive su señora.
el hombre le entregó un papel en el que anotó la dirección y el nombre de su esposa. al despedirse, el joven sintió que un escalofrío le recorría la espalda, pues al darle la mano, el señor estaban tan frío como un muerto. el muchacho no le dio importancia, subió a su trailer y se encaminó a la ciudad a donde se dirigía el trailero.
Al día siguiente, fue a buscar a la señora pero no la encontró; alguien le dijo que ya no vivía ahí, que hacía tiempo se había cambiado. sin darse por vencido, preguntó en varios lugares hasta que, por las señas del papel, una anciana le indicó dónde vivía. al llegar dio unos golpes en la puerta y esperó a que le abrieran.
—¿Dígame joven? —le preguntó la señora.
—Perdone, ¿aquí vive la esposa del señor Francisco Vázquez?

—soy yo —contestó ella— ¿qué se le ofrece?
—ayer en la carretera, su esposo me pidió que le trajera este dinero, porque se le descompuso el trailer...
—¡no puede ser! —lo interrumpió la señora tapándose la boca—. mi marido murió hace cinco años.

al muchacho le temblaron las piernas, le dejó el dinero a la señora, que se puso a llorar, y se fue para su casa todo asustado. cuando llegó, apenas había cerrado la puerta cuando descubrió frente a él al trailero de la carretera y brincó espantado; sentía que una fuerza extraña lo invadía.
—¡Gracias, amigo! —le dijo el muerto con voz cavernosa, mientras desaparecía.
El joven podía escuchar los latidos de su corazón y tardó un buen rato en recuperarse de la impresión. tiempo después, al platicar con unos amigos, se enteró de que el trailero ya se les había aparecido a otros hombres, mismos que no habían cumplido el encargo del muerto, por eso se les fue secando el cuerpo hasta quedar como esqueletos.



CITAS